Viaje al inframundo de los incels

Por Israel Merino
Reportero y columnista en Cultura, Política, Nacional y Opinión.
María (nombre ficticio para preservar su identidad) sube una foto a su cuenta de X, anteriormente conocida como Twitter. Es una foto aparentemente normal, en su perfil personal, en la que se le ve posando en bikini en una habitación blanca. En el escueto mensaje de la foto, dice simple y llanamente que su novio tiene mucha suerte. María no lo sabe aún, pero en pocas horas se desatará una tormenta perfectamente organizada contra ella en la que se sacarán a la luz fotografías antiguas suyas, detalles de su vida personal e, incluso, su dirección aproximada. El colectivo incel está a punto de poner en marcha su maquinaria de odio y María, sin saberlo, ha sido elegida como diana.
A estas alturas de publicación, ya se ha explicado qué es un incel y también que cuando hoy se habla de incels no se habla solo de hombres que no mantienen relaciones sexuales con mujeres, sino de hombres que no mantienen ningún tipo de relación social con ellas y, además, han gestado un odio profundo e irracional con consecuencias ilimitadas.
Como no podría ser de otra forma, estos comportamientos que, en principio, tendrían que ser individuales, se han visto convertidos en colectivos gracias a la máquina de anonimato, irreverencia y descontrol que es internet.
En este soporte, es de sobra conocido por multitud de estudiosos (principalmente, estadounidenses), los incels han creado, vía foros y chats privados, una comunidad en la que no solo se retroalimentan, sino que llevan sus particulares tesis, cargadas de machismo, misoginia y odio, a la vida real. Aunque en EE UU se conocen de sobra los principales foros y blogs de la machoesfera, lo cierto es que en España no hay un lugar concreto, al modo de 4Chan, un sitio web anónimo en inglés, que se convirtió en la cuna del mundo incel. De hecho, es muy difícil trazar un círculo alrededor de las páginas o puntos comunes frecuentados por la comunidad incel española, pues se entremezclan con las webs latinoamericanas, siendo mucho más apropiado hablar de la comunidad incel hispanohablante.
Para intentar aclarar el modus operandi de estos hombres, que, aunque no están como tal organizados, sí tienen una serie de "líderes ideológicos" que los guían y manipulan para instalarles un relato en su cabeza, he estado varias semanas observando muy de cerca sus cuentas de X , foros y páginas webs.
Demasiado de cerca, me atrevería a decir.
X y los líderes de opinión incel
Como iba diciendo, María sube una foto en bikini a su cuenta de X. Durante los primeros minutos, más allá de los comentarios de sus seguidores y amigos, no pasa nada. Sin embargo, a las pocas horas, todo empieza a cambiar.
Salidos de la nada, cientos, por no decir miles de usuarios, empiezan a responder de la forma más dolorosa e hiriente posible a María intentando que la publicación se viralice (negativamente). A las pocas horas, son centenares las cuentas que están actuando, de forma aparentemente organizada, contra esta chica. El objetivo es atacar a la joven tanto por su físico como por su relación con su novio, al que hace referencia en la publicación original. Algunos de los mensajes que pueden leerse son estos:
"¿Dónde se te quedaron las tetas?" @multivicioso
"Pero si eres una taba" @950xk
"No es afortunado si todo el mundo puede verte en bolas y no solo él" @Mrfran1616
A partir de este último mensaje, se empezó a desatar una auténtica jauría de odio que se focalizó, como si los actores fuesen justicieros de algún tipo de inquisición neorrancia, en llamar "puta" (sic) a esta chica por faltar el respeto a su novio mostrando su cuerpo en bikini en internet. Además, estos cientos de cuentas empezaron a citar a tres usuarios de internet, como intentando avisarlos, conocidos por ser los principales líderes de opinión de la cultura incel en Internet: @RevenKV, @Clonazepamers y @T3mp3rley.
Cuando estos tres sujetos finalmente aparecieron y publicaron sus mensajes de odio sobre la fotografía de María, el relato común de los incels, organizados en comunidades de pensamiento único alrededor de ellos, se volvió homogéneo: la chica era una puta (sic) y había que destruirla por faltar el respeto a su novio. Ahora había, incluso, un objetivo nuevo. No bastaba con insultar a la joven. Había que conseguir crear un cisma entre la pareja.
Para ello y de forma perfectamente organizada y orquestada por los líderes de opinión, se empezó a hacer lo que en Internet se conoce como "exposear", esto es, publicar el mayor número de información de una persona con
la clara intención de acosarla y de destruir su figura pública. De María, se sacaron fotografías antiguas suyas, información sobre su novio,
su cuenta de Instagram, tuits antiguos y descontextualizados, etcétera. Todo ello, repito, orquestado y amplificado con la entrada en acción de estos tres líderes de opinión incels, que buscaban hacer el mayor daño posible. ¿El motivo? La chica, apenas mayor de edad, había subido una foto en bikini en la que no salía su novio, por lo que había que ajusticiarla.
Dejando a un lado el caso de la chica en bikini, estos tres incels de los que hablo actúan de forma sistemática contra mujeres en X con un objetivo claro: hundirlas moral y públicamente.
Cuando digo que estas actuaciones son sistemáticas, no es una exageración: a diario, movilizan a sus más de 70.000 seguidores conjuntos para buscar infligir el máximo daño posible. Su relato, rebuscado y con tintes que rozan lo neonazi (en una publicación, el tal RevenKV aseguraba que la única violencia existente hacia las mujeres venía de la población musulmana), es claro: el feminismo ha pervertido la sociedad y a las mujeres, por lo que hay que "domarlas".
Su ideología, estructurada pero carente de argumentos sólidos, sostiene que Occidente se ha pervertido y que la culpa es de ellas, que ahora prefieren fornicar (sic) a tener hijos. Por supuesto, en todo momento se definen como incels y misóginos.
El poder mediático de estos sujetos, que usan X como su único canal de comunicación y difusión, es amplio. Por ejemplo, el 21 de junio, la cuenta RevenKv empezó a atacar arbitrariamente a una mujer, omitiremos su nombre por privacidad, por publicar un tuit en el que comentaba que había vuelto con su novio tras cuatro años de distanciamiento. En su ataque, adjuntaba un vídeo pornográfico en el que, de forma velada, dejaba caer que la protagonista era esta chica, lo que provocó tales oleadas de acoso que la mujer tuvo que salir a desmentir que era ella quien salía en el vídeo. Poco después, ante el incesante hostigamiento de miles de personas que habían comprado el discurso del tal Reven, tuvo que borrarse la cuenta.
Mientras que Clonazepam y T3mp3rley actúan más en un segundo plano, como cachorritos dirigidos por su líder, en estos días de buceo por la machoesfera que asoma la cabeza por X me ha parecido comprender que el auténtico hostigador es Reven —este escritor ha seguido de cerca todos sus movimientos en redes sociales durante meses—. Su actitud incel, asumida públicamente por el mismo, busca desprestigiar a cualquier mujer que decida mantener relaciones sexuales libremente, asegurando que tienen el coño desgastado (sic) y que es culpa de la libertad sexual que no encuentren un hombre alfa (en su ideario, un hombre alfa sería algo así como un hombre a la antigua).
Sus seguidores, que superan los 30.000, se han convertido en la principal comunidad autodenominada incel de España. Aunque en X es donde desarrollan su actividad principal, hay sitios ocultos mucho más peligrosos. Como los foros en los que justifican y fomentan la violencia machista.
El pussy pass
En pleno proceso de documentación para esta crónica, me encontré un mensaje que me dejó absolutamente helado. Siguiendo los comentarios en X de una publicación de Clonazepam, hallé una cuenta, hoy ya eliminada por motivos que entenderán como obvios en unos minutos, llamada @098rarley. En esta publicación, el usuario 098rarley escribió y cito literalmente: "A las mujeres hay que frenarlas como sea, tenemos que destruir el pussy pass".
Sin conocer demasiado sobre este término, lo tecleé en Google y me quedé espantado al leer su definición: según el movimiento incel, la sociedad woke y posmoderna (sic) ha otorgado a las mujeres un pussy pass, traducido literalmente como "pase de coño", por el cual pueden expresar sus ideas sin que se las pueda agredir.
Por supuesto, esto lo quieren cambiar pues, en su mentalidad, se debe poder agredir a alguien por sus opiniones.
Siguiendo este hilo, acabé en un foro español llamado Foropaco (el icono de este foro es una foto de Torrente, para que el lector se haga a la idea). En él, un usuario llamado Paine abría un hilo en el que distintos camaradas suyos publicaban vídeos, todos ellos profundamente siniestros, en los que hombres interrumpían discusiones con mujeres para liarse a golpes con ellas.
En uno de esos vídeos, por ejemplo, se puede ver a una pareja discutiendo en la cama hasta que el hombre, sin venir a cuento, le suelta un puñetazo en la nariz a la chica. Todos estos clips, en lugar de despertar repulsa por ser flagrantes casos de tremendas agresiones machistas, despiertan la simpatía del foro. "Cómo te pasas, Paine, me has alegrado el día, estoy viendo palizas de calidad mientras me tomo un buen café y me fumo un puraco", respondía un usuario con el nombre de Biruelo Attack.
En la esfera hispanohablante, X es el principal canal de comunicación de los incels, quienes, ya hemos visto, adoptan conductas propias de misóginos y maltratadores, pero lo cierto es que sus ideales más extremos se ven en foros, lugares convertidos hoy, por culpa de las redes sociales, en sitios mucho más lúgubres y ocultos para el internauta común.
En otro foro español llamado Burbuja, un usuario oculto bajo el pseudónimo Linsecte3000 abría otro hilo, fechado a 12 de junio de 2023, escribiendo lo siguiente: "Qué tiempos cuando podías darle una guantá a un coñito premium sin miedo a llamadas al 016. Hay que recuperar las buenas costumbres".
Este hilo, que yo mismo fui testigo de cómo se abría y amplificaba, es una muestra de lo que hay realmente tras los incels: misoginia, odio y violencia. De las respuestas a la publicación original, no hay ni una sola en la que se repruebe la actitud del autor. De hecho, es todo lo contrario, pues en ellas se amplifica, justifica y aplaude su mensaje. "Lo mejor para la histeria es el bofetón o el empotramiento, eso lo saben hasta los negros", escribe en el mismo hilo un tal LMLights.
Aunque el hilo de Burbuja aquí citado es de junio de 2023, el de ForoPaco es de 2020. Por supuesto, ningún administrador ha decidido eliminar esas imágenes en las que se hace apología a la violencia machista, por mucho que lleven más de tres años subidas.
"¿Hay link, negro?"
Volvamos a X, al lugar en el que se gesta y expande la ideología del incelismo en España. Como decía más arriba, una de las obsesiones de estos misóginos es que la liberación sexual femenina ha corrompido hasta los cimientos la familia tradicional, lo que ha desembocado en el detrimento de Occidente (sic).
Es por esto que, entre otras muchas cosas, se dedican a acosar sistemáticamente a cualquier mujer que enseñe un centímetro de su cuerpo en las redes sociales; sin embargo, su objetivo favorito son las chicas que tienen Onlyfans.
Onlyfans es una especie de red social de pago que, juicios morales aparte, es usada por chicos y chicas (aunque, según las estadísticas de la propia empresa, más por estas últimas) para subir vídeos eróticos, sexuales o directamente pornográficos a cambio de dinero. Con un tipo de suscripción similar a las de Netflix, un usuario puede hacerse con una membresía con la que ver el contenido de cualquier modelo que tenga un perfil habilitado. Además, puede chatear con ella, realizar videollamadas eróticas y demás servicios de carácter sexual.
Estas chicas que tienen Onlyfans (muchas de ellas, hay multitud de testimonios que lo avalan, por necesidades económicas), son víctimas de la comunidad de incels en Twitter, que buscan exposearlas para que familiares y amigos sepan con frívolo detalle de dónde rascan dinero para subsistir. Además, una de las obsesiones es filtrar los vídeos privados que existen en esta página para que todo el mundo tenga acceso a visionarlos. Por supuesto, esto lo hacen en foros, no en X. Concretamente, en el foro Hispasexy.
Hispasexy es un foro de contenido adulto de carácter anónimo diseñado para que la comunidad española, en un principio, pueda compartir imágenes públicas de modelos eróticas. Sin embargo, se ha ido convirtiendo en un lugar en el que poder filtrar imágenes sin consentimiento de chicas ajenas al mundo de la pornografía. Impunemente, por supuesto.
En estos foros, se han ido colgando fotografías de modelos de Onlyfans con el objetivo de que otros usuarios, que habrían pagado por sus fotos, las filtraran y subieran gratuitamente.
Un bizarro modelo de piratería de pornografía que ha derivado en algo mucho más turbio.
Como he dicho, volvemos a X, concretamente, a la publicación de una chica, la llamaremos Susana para preservar su identidad. Susana ha subido una foto con escote e inmediatamente la maquinaria incel se ha puesto a trabajar y el líder no electo de la comunidad, RevenKV, la ha señalado para que sus seguidores la acosen.
En uno de los tuits en respuesta a esta publicación, se ve un mensaje, escrito por un tal @hohohorizon, en el que pone lo siguiente: "¿Algún negro con link?".
Al principio, no sabía a lo que se refería (mucho menos con lo de "negro"). Sin embargo, rápidamente lo entendí: "negro" es el sarcástico apelativo con el que los usuarios de Hispasexy se identifican fuera del foro.
Este sitio, se ha convertido en un lugar en el que víctimas completamente ajenas al mundo de la pornografía ven cómo fotos privadas suyas son subidas para que el resto de incels (uso este calificativo pues, en los mensajes del foro, ellos se autodenominan así) puedan disponer de ellas.
Esto le sucedió a H.L.G., de 23 años. "Un día, estaba tranquilamente con el móvil cuando un conocido, ni siquiera era amigo mío, me pasó una foto en la que se me veía haciendo topless", asegura. "Imagínate el ataque de ansiedad cuando la vi. Era yo, pero a él no le había pasado nada. ¿De dónde la había sacado?", explica en declaraciones a Público.
"El tipo me escribió para burlarse de mi foto, pero yo me puse muy seria con él, lo amenacé con denunciarlo si no me decía de dónde la había sacado. Al final, me dijo que de Hispasexy".
Tras una pequeña investigación amateur, H.L.G. llegó a la conclusión de que aquella foto solo la podía tener un exnovio suyo. Tras rastrearla, descubrió que una cuenta anónima la había subido al mencionado foro citando su nombre de usuario en Instagram. En los comentarios, había decenas de mensajes pidiendo que se compartieran más fotos suyas, si es que alguien las tenía.
"Pedí a los administradores que la borraran y lo hicieron. Por lo visto, tienen un formulario para reclamaciones, pero el daño ya estaba hecho. No sé cuánta gente se ha descargado esa foto", lamenta.
Efectivamente, Hispasexy tiene un formulario para reclamar en caso de que alguien suba una foto tuya sin consentimiento, sin embargo, no es suficiente. Durante el tiempo que se ha seguido el foro para la documentación de este reportaje, se han podido ver publicaciones como "A esta la encontré en Instagram, mirad qué culo, ¿alguien tiene algo?" o "¿Alguien tiene lo que sea de Abby?", refiriéndose a una reconocida influencer y streamer.
Los vínculos entre quienes se dedican a filtrar fotos de mujeres y la comunidad incel ideológica de X son evidentes. Los segundos quieren desprestigiar a toda mujer que ose enseñar un milímetro de su cuerpo en las redes sociales, por lo que recurren a los canales de los primeros para filtrar todo el contenido posible.
En España, este movimiento, que cada vez se percibe más grande en las redes sociales, está diluido alrededor de diferentes figuras o webs, pues no tiene (al contrario de en EE UU) una página nativa en la que contar sus desvaríos ideológicos.
Aun así, esto es peligroso, pues el mensaje se está trasladando a todo tipo de usuarios en las redes sociales mainstream, y va calando poco a poco, como goterones malayos en una frente de porcelana, en la mentalidad, sobre todo, de los más jóvenes. Y esta circunstancia no podemos ignorarla cuando analizamos el auge de la extrema derecha en nuestra sociedad y, especialmente, entre los más jóvenes.
Durante el proceso de documentación de este reportaje, el autor ha intentado avisar a todas las mujeres víctimas de acoso sistemático o filtraciones en Hispasexy de lo que estaba sucediendo. No siempre ha sido posible, pero he hecho todo lo que ha estado en mi mano.