La trama de los pisos de Aldama acorrala a Ábalos en el 'caso Koldo'
El juez del Supremo que investiga al exministro dice que el conjunto de inmuebles de los que habría disfrutado a cuenta de la trama tiene "una particular potencia incriminatoria".

Madrid--Actualizado a
El exministro socialista José Luis Ábalos, actual diputado del Grupo Mixto, investigado por el Supremo por su presunta implicación en el caso Koldo, se encuentra en una delicada situación a causa de tres inmuebles pagados por el empresario Víctor de Aldama o su entorno.
El magistrado instructor, Leopoldo Puente, considera que "el conjunto de los inmuebles (...) presenta una particular potencia incriminatoria, siempre en los términos indiciarios que resultan propios de este momento procesal". Para el juez, merece destacarse que "nada menos que tres inmuebles, vinculados al Sr. Ábalos de forma directa o indirecta, vienen siempre a presentar como denominador común la continua presencia (...) del Sr. de Aldama".
"De todos los pisos existentes en Madrid, la pareja sentimental del Sr. Ábalos residía, precisamente, en uno, de lujo, cuya renta era abonada por un socio del Sr. Aldama (el Sr. Escolano) y después por el asesor del entonces Ministro", indica el magistrado de la Sala Segunda en un auto, al que ha tenido acceso este diario.
Se refiere al piso ubicado en un edificio en la Plaza de España de Madrid, cuyo alquiler, a razón de 2.700 euros al mes, fue satisfecho por un socio de Aldama. La entonces pareja de Ábalos, J. R, disfrutó de aquel piso tres años. El exdiputado socialista ha alegado en su defensa ante el juez que él no ocupó dicho inmueble, pero el juez valora como un indicio que lo fuera su pareja sentimental.
La mujer, que ya ha declarado en el Supremo, manifestó que decidió independizarse porque hasta entonces compartía piso con unas amigas y lo hizo ante la propuesta de Ábalos; también ha dicho que siempre entendió que era el propio Ábalos, su pareja, quien satisfacía las rentas del alquiler.
El chalet de Cádiz
Dice el juez instructor que "de todos los chalets ubicados en la costa andaluza, precisamente el Sr. Ábalos vino a arrendar, con opción de compra, un piso que adquirió con ese fin una empresa vinculada entonces con el Sr. Aldama".
La casa en cuestión está ubicada entre Sotogrande y La Línea de la Concepción, en la urbanización gaditana La Alcaidesa, tiene vistas al mar y 350 metros cuadrados. El cabecilla de la trama, Víctor de Aldama, habría instado a uno de sus socios, Claudio Rivas —imputado en la trama de los hidrocarburos que investiga la Audiencia Nacional— a que adquiriera el chalet con el propósito de que después se lo alquilara a Ábalos con opción a compra. Y así se hizo.
José Luis Ábalos ha aducido en su defensa que no obtuvo "beneficio económico alguno" como consecuencia del alquiler de dicha casa y recuerda que fue desahuciado de la misma "tras dejar de pagar las rentas y previo un acuerdo amistoso en este sentido y que, en consecuencia, se trataría de un arrendamiento simple, cuyas rentas satisfizo en parte, sin que le reportara ningún indebido lucro", consta en el auto del juez.
"Desplegar al indebida influencia"
Pero el juez llama la atención sobre la omisión de Ábalos de un dato clave: que fue él quien previamente había elegido la casa para que la trama de Ábalos la adquiriera para su propio disfrute. El magistrado considera que el motivo de poner a su disposición el chalet gaditano fue por el cargo que ocupaba como ministro de Fomento, siendo irrelevante, según el juez, que las competencias del cargo de Ábalos "no se extendieran a la concesión de licencias en materia de operadores de hidrocarburos, por cuanto la dádiva o premio bien pudiera estar orientada (...) a que desplegara la indebida influencia que los actores perseguían ante quien procediese".
El tercer inmueble que salpica a Ábalos es un piso en el Paseo de la Castellana, de Madrid. "(...) de todos los pisos que el Sr. Ábalos podría haber intentado adquirir en Madrid para satisfacer sus necesidades de vivienda, vino a concertar un contrato privado de alquiler, nuevamente con opción a compra y con un precio aparentemente muy inferior al de mercado que resulta ser, precisamente, propiedad del Sr. Aldama", indica el magistrado. Respecto a este piso, Ábalos no ha mencionado alegación alguna en su recurso.
Según ha manifestado Aldama, él pactó con Ábalos el alquiler de este piso con una opción de compra de 750.000 euros, vinculada a la obtención de comisiones por el propio exministro a cambio de facilitarle al empresario adjudicaciones públicas. Ábalos ha negado este extremo.
El inmueble, valorado en 1,9 millones de euros, no fue nunca ocupado por Ábalos, según ha reconocido Aldama, que ha manifestado que formaba parte de un pacto para compensar al ministro por los concursos públicos que lograba su red empresarial.
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