El aplaudido discurso de Rufián sobre uno de los mantras de la ultraderecha: "No ser un puñetero facha es ser 'woke'"

Hubo un tiempo en que ser woke era simplemente estar levantado de la cama con tremendo legañón pidiendo por favor al día que no sea muy duro. De repente, se convirtió en un mantra de la ultraderecha para atacar a todo aquel mínimamente progresista.

De hecho, es un término que se utilizaba para referirse a aquellos concienciados contra las desigualdades sociales que acabó convirtiéndose en terminología de la ultraderecha. A día de hoy es más un mantra de los ultras que una definición utilizada por aquellos que encajarían dentro del perfil woke.

Este miércoles, Gabriel Rufián se ha referido a esta utilización de lo woke para atacar a cualquier ideología progresista. "Decir todas es woke, la emergencia climática es woke, la igualdad es woke, los derechos LGTBIQ+ es woke. Europa es woke, la ONU es woke, pagar impuestos es woke, criticar a Franco es woke... No ser un puñetero facha es ser woke", señaló en el Congreso.

Hay que reivindicar la lengua española, ya basta de terminología anglosajona. En otros tiempos se llamaba progre a lo que hoy se le dice woke. Los ultras reivindican la tradición mucho para unas cosas y nada para otras.

Si se va a atacar, que no sea copiando a Trump y a los suyos, ya está bien de un término que recuerda a un plato de comida asiática.

El discurso de Gabriel Rufián ha sido muy comentado en las redes sociales, como suele ocurrir. Hace no mucho se refirió al expresidente del Gobierno Felipe González, al que se le podría considerar un exwoke o un woke impostor, como "el mayor traidor que ha habido en la izquierda de este país", y lo mismo que Aznar "pero con careta".