Interior asegura que no vio nada extraño en el registro de un grupo neonazi como asociación legal
Núcleo Nacional consiguió su inscripción en el Registro Nacional de Asociaciones en agosto pasado. En sus estatutos se presentó como un colectivo con fines deportivos o de protección de la naturaleza.
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Bilbao-
Las apariciones públicas de los neonazis de Núcleo Nacional con sus rostros cubiertos con pasamontañas no despertaron sospechas entre las fuerzas policiales. Los ultras lograron presentarse en las oficinas del Ministerio del Interior como un grupo de amantes del deporte y la naturaleza que quería inscribirse como asociación legal. No encontraron problema alguno.
14 de abril de 2024. En una abarrotada sala del Espacio Ardemans –un local falangista de Madrid-, los ultras de Núcleo Nacional hacen su primer acto público. El veterano activista de extrema derecha Enrique Lemus, un ultra que formó parte de Democracia Nacional, dice a los presentes que hay que defender la "raza" y las "costumbres". En la esquina de la mesa hay un hombre encapuchado.
8 de agosto de 2024. En el Ministerio del Interior concluye con éxito la inscripción de Núcleo Nacional en el Registro Nacional de Asociaciones "al no concurrir ningún motivo de legalidad que lo impidiera", alega ahora la cartera que dirige Fernando Grande-Marlaska en una respuesta escrita enviada al diputado de ERC Francesc-Marc Álvaro.
Tras una información dada a conocer por Público sobre el registro legal de Núcleo Nacional, el representante catalán había pedido explicaciones a Interior en torno a este procedimiento.
Entre otras cosas, Álvaro recordó que esta asociación "habría sido legalizada a pesar de las alertas de investigación abiertas contra su actividad por parte de las fuerzas de seguridad, en especial por su ideario de extrema derecha radical y por su difusión de discursos de carácter nazi".
El diputado de ERC subrayó que "este suceso genera una preocupación fundamentada en relación con la capacidad del Gobierno para frenar y sancionar legalmente a grupos que difunden ideologías antidemocráticas, como el nazismo o el fascismo, y que "podrían poner en riesgo la convivencia ciudadana y la seguridad pública".
En su respuesta, Interior defiende su actuación en este caso y alega que carecía de dato alguno sobre esta asociación, algo que contrasta con una filtración policial al diario ABC en mayo pasado, según la cual existía una investigación sobre las actividades de este grupo.
"Actividades al aire libre"
El ministerio dio por buenos los "fines estatutarios" que presentaron los nazis para lograr su registro legal y entre los que no había ni una sola mención a su ideario xenófobo. El grupo declaró allí que pretendía organizar "actividades culturales y deportivas", "promover el conocimiento de la historia de España" o realizar "actividades al aire libre que ayuden a proteger y respetar el entorno natural como parte de nuestro patrimonio".
Los ultras incluyeron en sus estatutos el deseo de "impulsar" actividades deportivas en disciplinas tan variadas como atletismo, ciclismo, alpinismo, montañismo, boxeo, judo, lucha libre, fútbol, fútbol sala, balonmano, baloncesto, rugby, voleibol, hockey o tiro olímpico.
También declaraban que buscarían "colaborar con otras asociaciones afines", además de organizar "estudios, jornadas, mesas redondas y estudios que traten los siguientes temas: cultura, patrimonio histórico, empleo, economía, política, naturaleza y sociedad".
Interior señala que "durante el procedimiento de inscripción no se dedujo de estos fines indicios de ilicitud penal ni constan informes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad acerca de la actividad de la asociación, en tanto que estas actuaciones hubieran sido determinantes para la remisión del expediente a la Fiscalía General del Estado".
Sólo europeos
Los estatutos de Núcleo Nacional tampoco incluían detalles sobre cuáles serían los requisitos que deberían cumplir sus militantes. Hace algunas semanas, los ultras emprendieron una campaña de afiliación en la que indican expresamente que para formar parte del grupo "es necesario ser europeo".
"Este requisito se establece en coherencia con los objetivos de nuestra organización, orientados a la preservación y promoción de las tradiciones, valores culturales y patrimoniales propios de los países europeos", apuntan.
En el apartado de afiliaciones, los neonazis también explican a sus simpatizantes por qué llevan los rostros cubiertos. "Actualmente ser nacionalsocialista, franquista, nacionalsindicalista, fascista o de cualquier pensamiento de tercera posición conlleva todo tipo de males para la vida personal de cada uno", afirman.
Hablan en concreto de "multas y sanciones legales por cualquier tipo de delito de odio" o "señalamiento público", además de "despidos laborales", "amenazas", "agresiones" o "acoso". "Por eso preferimos taparnos las caras. No estamos aquí para enseñar lo guapos que somos o hacernos los valientes, sino para luchar por nuestro pueblo", apuntan. A día de hoy lo hacen con capuchas y registro legal en el Ministerio del Interior.
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