Una empresa de Alacant produce el primer medicamento con cannabis que se dispensará en Ucrania
Medalchemy, ubicada en el parque científico de la universidad, exportará extractos de flor en gotas para los pacientes de un país en guerra que ha regulado el uso medicinal antes que España.
Madrid--Actualizado a
Una empresa española, ubicada en el parque científico de la Universidad de Alacant, produce el primer medicamento hecho con cannabis que se suministrará a pacientes en Ucrania, país que, pese a sufrir una guerra desde hace tres años, ya ha puesto en marcha la regulación del uso terapéutico de esta planta que aquí aún sigue pendiente de aprobación.
Según ha podido comprobar Público en el Registro Estatal de Medicamentos de Ucrania, la empresa alicantina Medalchemy tiene autorizado desde el pasado 3 de enero, y hasta el año 2030, el suministro de tres productos para uso farmacéutico, todos ellos extractos de espectro completo de flor de cannabis en gotas, pero cada uno con diferentes composiciones de THC y CBD. De acuerdo con la legislación ucraniana, esos medicamentos se podrán adquirir en las farmacias mediante receta electrónica prescrita por un médico.
La regulación del uso medicinal del cannabis en Ucrania, que fue aprobada por el parlamento en diciembre de 2023 y entró en vigor en agosto de 2024, permite el tratamiento de la esclerosis múltiple, náuseas y vómitos causados por la quimioterapia, epilepsias resistentes a los tratamientos, síndrome de Tourette, trastornos convulsivos infantiles y anorexia a causa del VIH. Según las estimaciones iniciales del Ministerio de Sanidad de ese país, unos seis millones de personas podrían ser tratadas con cannabis.
“Millones de personas esperan el acceso al tratamiento progresivo con cannabis medicinal en Ucrania. En solo unos meses, los pacientes podrán superar el dolor y otras manifestaciones graves de su enfermedad y mejorar su calidad de vida”, ha publicado en su web la Fundación Pacientes de Ucrania, que representa a más de 4,5 millones de personas que padecen enfermedades graves y crónicas.
En el impulso a la regulación del cannabis medicinal en Ucrania desempeñó un papel importante la guerra que sufre este país desde la invasión de Rusia en febrero de 2022. Las autoridades ucranianas llegaron a decir que el uso terapéutico del cannabis podría ayudar al tratamiento de los soldados que sufren secuelas de su paso por el frente, sin embargo, el trastorno del estrés postraumático no se incluyó en la regulación aprobada por el parlamento. Las organizaciones de pacientes pelean ahora para que esa indicación sea también autorizada.
Tras la entrada en vigor de la regulación, unas 80 empresas productoras de diferentes países mantuvieron reuniones con la administración sanitaria de Ucrania y otras diez mostraron interés por cultivar cannabis medicinal en ese territorio del este de Europa, según informó en noviembre la viceministra de Sanidad, Maryna Slobodnichenko. Y ahora, en este mes de enero, se se han registrado los tres primeros medicamentos hechos con cannabis que se dispensarán a los pacientes ucranianos, fabricados todos ellos por Medalchemy, tal como ha podido comprobar este periódico.
Una 'spin-off' adquirida por un gigante de EEUU
Medalchemy es una spin-off, una iniciativa empresarial que surgió de la comunidad universitaria de Alacant en 2002, la primera empresa de base tecnológica de química especializada en productos farmacéuticos. Tras obtener una autorización de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para cultivar cannabis para la investigación, fue adquirida por la compañía británica Emmac Life Sciences Limited, que, a su vez, fue posteriormente comprada por uno de los gigantes del cannabis en EEUU, Curaleaf, su actual propietario.
Curaleaf compró Emmac en 2021 tras un desembolso de unos 237 millones de euros y el compromiso de una inversión de expansión de algo más de 108 millones, como parte de una estrategia de desembarco en Europa, donde se halla el mayor mercado potencial del mundo de cannabis medicinal por población, poder adquisitivo y perspectivas de regulación. “Hoy se marca un hito, ya que Curaleaf se convertirá inmediatamente en el operador multiestatal de EEUU con la mayor presencia europea (…) Basándonos en los hábitos de consumo que hemos visto en EEUU, creemos que con el tiempo Europa podría superar los 120.000 millones de dólares en oportunidades de mercado”, declaró entonces el CEO de la compañía estadounidense, Joseph Bayern.
El director general de Medalchemy, Javier Soto, valoró muy positivamente en ese momento la llegada de la compañía estadounidense, que, según destacó, iba a permitir la contratación de más personal altamente cualificado, la expansión y la optimización de las instalaciones de la empresa en Alacant, que ahora ha cristalizado con la entrada de sus productos en Ucrania, un hito del que ha rehusado dar más detalles a este periódico. El pasado mes de junio, Medalchemy recibió el premio a la mejor spin-off de los parques científicos de las universidades del País Valencià, pero la empresa alicantina está integrada en Curaleaf International, con sede en Gran Bretaña, que se publicita como la empresa de cannabis integrada verticalmente más grande de Europa. La compañía, además de España, tiene presencia en Alemania, Francia, Italia, Suiza, Polonia, República Checa y Portugal, donde su filial Terra Verde dispone de una gran superficie para cultivar cannabis de uso medicinal que exporta al resto de países.
Medalchemy no es la única empresa de España que exporta productos hechos con cannabis para el tratamiento médico. Linneo Health, la heredera del gigante español de la morfina, Alcalíber, del magnate Juan Abelló, exporta flores secas a Alemania, Israel, Reino Unido e Italia, gracias a sus instalaciones en la provincia de Murcia que tienen una capacidad para producir 25 toneladas anuales.
La producción se ha disparado en España
España notificó a finales de 2024 una producción de 51,3 toneladas de cannabis medicinal, un 42,5% más que la que había comunicado a principios de año a la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), lo que la sitúa entre los ocho primeros países del mundo con mayor volumen de fabricación de estos productos. Sin embargo, toda esa producción debe ser exportada, porque en España aún no se ha aprobado la regulación de su uso que el Ministerio de Sanidad inició hace un año como respuesta a la petición que el Congreso de los Diputados elevó en junio de 2022.
Un informe sobre la situación del mercado del cannabis medicinal en España, elaborado en 2024 por la consultora especializada en el sector Cannamonitor, reveló que en nuestro país ya hay unas 60 empresas que trabajan en este ámbito, las cuales han hecho inversiones por valor de un total de 115 millones de euros, principalmente en instalaciones situadas en el sur.
Según este estudio, pese a la complejidad regulatoria que ha limitado el acceso del mercado legal, el sector del cannabis medicinal en España ha experimentado un gran crecimiento desde 2021 hasta generar más de 500 millones de euros en ingresos anuales, crear cerca de 7.000 empleos y aportar 132 millones de euros al año en impuestos y en cotizaciones a la Seguridad Social.
Una brecha más con Rusia
En el caso de Ucrania, la regulación del cannabis supone la apertura de otra brecha con Rusia, país vecino con el que libra una cruenta guerra desde hace tres años. El gobierno ruso de Vladimir Putin se ha manifestado reiteradamente y de forma contundente contra la legalización de la marihuana emprendida por otros estados, al considerar que eso puede “desestabilizar” el sistema de control del tráfico de drogas y potenciar a las organizaciones criminales del narco.
Rusia fue uno de los países que lideró, junto a China, el bloque de rechazo a la decisión de la Comisión de Estupefacientes de la ONU que, en diciembre de 2020, sacó al cannabis de la Lista IV de sustancias fiscalizadas internacionalmente para facilitar así su uso e investigación con fines medicinales. Anteriormente, el Gobierno ruso ya había criticado duramente las regulaciones integrales de la marihuana aprobadas en Uruguay y Canadá, que, a su juicio, provocan una expansión del mercado mundial de las drogas.
En España, el Ministerio de Sanidad, dirigido por Mónica García, sacó en octubre a audiencia pública el proyecto de real decreto de regulación del cannabis medicinal, que se limita a la dispensación de fórmulas magistrales hechas con extractos de componentes de esa planta para el tratamiento de cuatro afecciones o dolencias: espasticidad por esclerosis múltiple, formas graves de epilepsia refractaria, náuseas y vómitos a causa de la quimioterapia y dolor crónico refractario, que es aquél que ya no responde a tratamientos habituales como los de los opioides.
El proyecto de decreto, que sigue pendiente de aprobación tras haber superado el trámite de audiencia e información pública, establece que la prescripción tan sólo podrán hacerla los médicos especialistas que traten a pacientes con las indicaciones permitidas, siempre que los medicamentos ya autorizados no consigan un control satisfactorio de los síntomas. Además, las fórmulas magistrales autorizadas únicamente se podrán dispensar en las farmacias de los hospitales, no en las comunitarias que se encuentran en la calle.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.