El incendio 'Hughes' avanza sin control en plena alerta por fuertes vientos en Los Ángeles
Este nuevo foco, ubicado en el norte de Castaic, consume en apenas unas horas miles de hectáreas.

Madrid--Actualizado a
El incendio Hughes, el más virulento de una ola de fuegos que arrasa desde hace dos semanas el condado de Los Ángeles, sigue su feroz avance este jueves, forzando la evacuación de miles de residentes en medio de una alerta por fuertes vientos que amenazan con complicar las tareas de contención. Este nuevo foco irrumpe tras días de significativos avances en la contención de una ola de devastadores fuegos que, desde el 7 de enero, han dejado al menos 28 muertos y comunidades enteras reducidas a cenizas.
Los bomberos, con el apoyo de aviones y excavadoras, lucharon durante la pasada noche "contra el comportamiento extremo del fuego, el terreno y el clima", informó en un comunicado el Bosque Nacional Los Ángeles, una de las zonas afectadas por las llamas.
El incendio fue declarado durante la mañana de este pasado miércoles y, en apenas unas horas, consumió en torno a 3.800 hectáreas, impulsado por los fuertes vientos que azotan el sur de California, según informó el Departamento de Bomberos de California (Cal Fire). Estas rachas, que han servido como catalizadoras de las llamas, son conocidas como vientos de Santa Ana, características de la meteorología de la región y que esta vez han alcanzado los 160 kilómetros por hora en algunas zonas.
Las autoridades han emitido órdenes de evacuación alrededor del lago Castaic, afectando a al menos 31.000 residentes, de acuerdo con el canal local KTLA. Las autoridades trabajan a contrarreloj para establecer y mantener líneas de control desde todos los flancos, aunque por el momento solo se ha podido contener en un 14%. Mientras los equipos de emergencia luchan por controlar el avance de Hughes, los incendios históricos que han devastado la región desde el pasado 7 de enero continúan activos, aunque con progresos significativos en las labores de extinción.
Preocupa en especial el violento avance de este fuego que en menos de dos horas arrasó una superficie de 2.000 hectáreas (5.000 acres), y en menos de 24 horas se situó en más de 4.000 hectáreas calcinadas, de acuerdo con los últimos datos emitidos por el Departamento de Bomberos de Los Ángeles (CalFire).
Más de 4.000 bomberos colaboran en las tareas de extinción de estos incendios, de los cuales siguen sin estar contenidos completamente otros también muy extensos, como el del Palisades, que ha arrasado unas 9.500 hectáreas, y el de Eaton, con más de 5.600 hectáreas.
El incendio Palisades, que destruyó más de 9.300 hectáreas, se encuentra contenido en un 68%. Por su parte, el incendio Eaton, en Pasadena, ha arrasado más de 5.600 hectáreas y se encuentra controlado en un 91%, según las últimas informaciones de Cal Fire.
El Servicio Nacional de Meteorología (NWS, en inglés) mantiene activa una alerta de condiciones climáticas críticas en el sur de California hasta este jueves, con rachas de viento que podrían alcanzar los 80 kilómetros por hora. Estas condiciones adversas están dificultando los esfuerzos por contener los incendios y aumentan el riesgo de que surjan nuevos focos.
De las peores catástrofes naturales de EEUU
La ola de incendios, considerada ya como uno de los peores desastres naturales en la historia de Estados Unidos, ha dejado un saldo devastador: más de 16.500 hectáreas quemadas, 15.000 estructuras destruidas y 28 vidas perdidas. Además, más de 150.000 personas han sido evacuadas desde que comenzaron los fuegos, lo que subraya la magnitud de la tragedia.
Las autoridades investigan las causas que han podido provocar esta ola de incendios. Si bien esta zona es propensa a las llamas, varios expertos indicaron a Público que la crisis climática ha jugado un papel relevante, ya que ha alimentado la propagación de los focos.
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