Mark Carney, el nuevo primer ministro de Canadá experto en crisis con el reto de enfrentarse a Donald Trump
El economista sucede a Justin Trudeau como primer ministro de Canadá en un periodo crítico y amenazado por las políticas arancelarias de Trump y sus ansias expansionistas.

Julio César Rivas
Toronto--Actualizado a
Mark Carney, un hábil economista con experiencia de gestión en momentos de crisis, se ha convertido este viernes en el primer ministro de Canadá en un periodo clave para su país, acosado por las ansias expansionistas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la guerra comercial con su vecino y principal socio.
Además, Carney, que ha sido gobernador de los bancos centrales de Canadá e Inglaterra, tiene que hacer olvidar a su antecesor, Justin Trudeau, quien abandonó este viernes el mundo de la política precisamente por cómo se ha enfrentado a las amenazas de Trump. Sin embargo, el economista tiene un desafío más por superar: ganar las próximas elecciones generales, que se podrían producir en cualquier momento antes de la llegada del otoño.
Si en un principio parecía que la herencia de Trudeau iba a ser una fruta envenenada para el nuevo líder liberal, la asombrosa recuperación del Partido Liberal en las encuestas, precisamente gracias a los ataques de Trump, dan al nuevo primer ministro un cierto margen de maniobra. A pesar de todo, Carney ha declarado que siente que todo lo que ha vivido hasta ahora le ha preparado para este momento crítico en la historia de su país.
Quién es Mark Carney
En 1988 se graduó en la Universidad de Harvard (EEUU) en Economía y en 1993 terminó su máster en la Universidad de Oxford (Reino Unido), donde también consiguió su doctorado dos años después. Posteriormente, trabajó en la firma Goldman Sachs.
Su nombre empezó a ser conocido entre los canadienses cuando, en febrero de 2008, asumió el puesto de gobernador del Banco de Canadá al inicio de la gran crisis financiera, que primero causó graves daños en Estados Unidos y, posteriormente, desoló economías en Europa. Fue por entonces el gobernador más joven de un banco central del G7 e incluso del G20. Carney tomó acciones decisivas que permitieron que Canadá esquivase los peores efectos de la crisis, según considera una mayoría de expertos.
Craig Wright, el entonces economista jefe del Royal Bank of Canada, la principal institución financiera privada del país, alabó sus planteamientos. "Cuando observas parte de la creatividad que ahora está siendo copiada en algunas partes del mundo, como su orientación a futuro y su trabajo en estabilidad financiera, sería difícil encontrar muchos banqueros centrales que hayan hecho un mejor trabajo", dijo Wright.
En 2013, Carney dejó el Banco de Canadá para hacerse cargo del Banco de Inglaterra hasta 2020, lo que le forzó a confrontar tanto el traumático Brexit como el inicio de la pandemia de covid-19. Tras abandonar el Banco de Inglaterra, fue nombrado presidente del consejo de administración de Brookfield Asset Management, una de las mayores firmas de inversiones alternativas del mundo, además de enviado especial de la ONU para la Acción Climática y Finanzas.
Un secreto a voces
Para entonces, ya estaba preparando su vuelta a Canadá de la mano del Partido Liberal de Trudeau. Durante meses, fue un secreto a voces que el primer ministro canadiense quería que Carney se encargase de la cartera de Finanzas. No obstante, los planes de Trudeau se empezaron a descabalar en 2024 con su desplome en las encuestas, provocado por los efectos negativos de una de sus principales políticas, la rápida llegada al país de millones de inmigrantes en pocos años.
La puntilla la dio la inesperada dimisión en diciembre de la mano derecha de Trudeau, Chrystia Freeland, hasta entonces viceprimera ministra y ministra de Finanzas, atacando las políticas del Gobierno. La revuelta interna empujó a Trudeau a anunciar en enero que dimitiría como líder liberal y primer ministro. Carney, apoyado por gran parte del partido, aprovechó la oportunidad para dar un paso al frente.
Como líder del Partido Liberal, y tras la dimisión formal de Trudeau de este viernes, el economista se ha convertido de forma automática en el primer ministro canadiense. Su primer reto es decidir cómo enfrentarse a Trump. Los aranceles que Estados Unidos ha impuesto amenazan con provocar una grave recesión en el país. Las amenazas de anexión de Donald Trump pueden forjar o destruir al nuevo líder canadiense.
Las declaraciones de Carney
El ahora primer ministro canadiense ha declarado que él es la persona apropiada para el desafío. "En una situación como esta, se necesita experiencia en término de gestión de crisis, se necesitan capacidades de negociación", declara.
Tras ganar el liderazgo del Partido Liberal, Carney volvió a dejar claro que llega dispuesto a hacer frente a la guerra comercial iniciada por Trump y a las amenazas contra la soberanía de Canadá: Trump pide que se convierta en el estado 51 si no puede sobrevivir al proteccionismo de Washington.
Utilizando una analogía del deporte nacional, el hockey sobre hielo, Carney advirtió: "No buscamos esta pelea, pero los canadienses siempre están listos cuando alguien se quita los guantes. Así que los estadounidenses no deberían equivocarse porque en el comercio, como en el hockey, Canadá ganará", declaró el nuevo líder canadiense.
"Canadá nunca será parte de Estados Unidos, de ninguna forma", aseguró.
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