Ayuso se abre a reunirse con las familias de los fallecidos en residencias tras ningunearlas durante cinco años

Cinco años después de ignorar las denuncias, ofrecer versiones contradictorias y negar la existencia de los llamados "protocolos de la vergüenza", eludir cualquier responsabilidad y minimizar su dolor, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha manifestado por primera vez su disposición a reunirse con los familiares de los 7.291 fallecidos en residencias de mayores durante la gestión de la pandemia por parte del Gobierno regional.

Ayuso ha afirmado este martes que está a la espera de que los familiares de las víctimas acudan a verla, como si no fuera conocedora de que, durante los últimos cinco años, han solicitado reiteradamente explicaciones sobre la decisión que condenó a miles de mayores a morir solos y sin la atención sanitaria adecuada. 

Sin ir más lejos, la semana pasada, la asociación 7291 Verdad y Justicia se presentó en la Asamblea de Madrid para entregar personalmente 29 cartas en las que relatan el dolor y la indignación de las familias, denunciando que sus seres queridos fueron desatendidos médicamente por el mero hecho de vivir en residencias y ser dependientes de cuidados tanto físicos como cognitivos. Al final, los textos fueron rechazados por ir firmados a la presidencia, ya que según la Asamblea de Madrid, el lugar para enviarlas es la sede de Gobierno en la Puerta del Sol.

"Les recibiré como es debido, como merecen en la Comunidad de Madrid, y les espero. Se lo sigo repitiendo una y otra vez. Ahí estaré", ha afirmado la presidenta regional. Sin embargo, esta declaración, además de llegar tardísimo, ha tomado por sorpresa a los familiares de las víctimas, quienes en los últimos años han soportado declaraciones en las que la propia Ayuso minimizaba lo ocurrido, asegurando que "no se salvaban en ningún sitio" o descalificando sus denuncias con frases como "siempre con las mismas mierdas". También han tenido que soportar la desacreditación de sus testimonios y los bulos lanzados por su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez.

Para la presidenta de la Comunidad de Madrid, cinco años parecen ser el tiempo necesario para plantear ahora esta iniciativa a las familias. Sin embargo, más allá de que el encuentro llegue a materializarse o no, su anuncio vuelve a poner en evidencia la inacción del Gobierno regional, así como la falta de empatía, interés y voluntad política.