Cala Vento: "Si no viviéramos en un pueblo, seríamos otro tipo de banda"
Aleix Turon y Joan Delgado publican Brindis (Montgrí), un disco de versiones desprejuiciado y nada previsible.
Madrid-
Tienen una banda, un estudio de grabación y una discográfica. A Aleix Turon y Joan Delgado solo les falta montar una fábrica de vinilos para declarar la independencia musical de Cala Vento. Tras el éxito de Casa Linda, ahora publican Brindis (Montgrí), un disco de versiones desprejuiciado y nada previsible en el que caben Lucio Battisti, Jarabe de Palo, Els Pets, Julieta Venegas, El Último de la Fila o Fugazi.
En febrero, gira frenética: doce conciertos en doce días. La analítica bien, gracias.
Joan: Somos lo suficientemente jóvenes y ya lo hemos hecho en otras ocasiones, sin las comodidades que tenemos ahora. Estamos acostumbrados porque, cuando estamos de gira, no salimos de fiesta. Todos los mitos del rock and roll son ciertos, pero en nuestro caso no. Hemos llegado a tocar siete días seguidos, conduciendo nosotros y durmiendo en el coche o en pisos de amigos. Nos podía tocar el sofá o un colchón en el suelo. Ahora disponemos de un equipo que nos ayuda con el montaje y dormimos en hoteles, por lo que nos consideramos unos privilegiados.
¿Cómo se les ocurrió montar una discográfica?
Aleix: Para editar Balanceo, nuestro tercer disco. Sentimos que teníamos la pulsión de dominar esa parte de nuestro trabajo, porque no lo entendíamos como algo separado. Publicamos los dos primeros discos con BCore y siempre queríamos participar en la toma de decisiones, por lo que decidimos hacerlo nosotros directamente.
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Sin embargo, más allá de la autoedición, reclutaron a bandas como Lagartija Nick o Biznaga.
Joan: La idea se nos fue de las manos, pero tras editar a Lagartija Nick nos vimos motivados y capacitados para montar Montgrí. Hasta que entran Biznaga, Mourn, Yawners o Joan Colomo, el sello crece y no podemos compaginarlo con el grupo, por lo que contratamos a Marta, Xandre y Montse, quienes sacan adelante el trabajo junto a Nore, nuestro socio y mánager.
Aleix: Virgin-Universal había publicado Crimen, sabotaje y creación, de Lagartija Nick, con quien compartimos mánager, y en su contrato figuraba la edición de otro álbum. Nosotros negociamos nuestro tercer disco con esa multinacional, pero cuando le dijimos que no, se lo tomaron un poco mal y nos contestaron: "Estamos tan enfadados que no lanzaremos ni vuestro disco ni el de Lagartija Nick. ¡Os jodéis!".
Entonces le propusimos a Antonio Arias que editase con nosotros Los cielos cabizbajos, un proyecto muy ambicioso, complejo y con aristas que salió bien. Desde ese momento, otras bandas empezaron a fijarse en Montgrí y se preguntaron: "¿Quiénes son estos?".
¿Qué debe tener un grupo para formar parte de Montgrí?
Joan: La línea editorial de la discográfica pasa por la música rock alternativa, aunque no solo nos fijamos en lo musical, sino también en cómo el grupo quiere hacer las cosas y transmitirlas, incluso a nivel ideológico. Lo vemos como un conjunto: si nos gusta su música, pero no su forma de relacionarse con ella, es muy difícil que entre en el roster.
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Aleix: La puesta en escena también es importante: todas las bandas del sello tienen un directo muy bueno, contundente, con actitud y que no pasa desapercibido ni te deja indiferente.
Da la impresión de que esa forma de hacer y entender la música, desde la independencia o la autogestión, ha influido en la selección de los artistas que versionan en Brindis.
Aleix: Tienen cierta ética y ciertos valores a la hora de relacionarse con este arte y con este oficio, algo que consideramos relevante. Por ejemplo, Jarabe de Palo tuvo un éxito meteórico gracias a un anuncio, pero la actitud de Pau Donés como personaje público no es muy habitual. Transmitía un mensaje y un buen rollo que tampoco abunda, por eso destacaba.
¿Un disco de versiones es un recurso un tanto tempranero? ¿Acaso un punto de inflexión?
Joan: Ha sido una forma de cambiar la rutina de los últimos años: gira, composición, disco. Al principio solo fue una manera de divertirnos en el estudio que montamos y donde aún no habíamos grabado un disco propio. Empezamos con Pau, de Els Pets, y al final, casi accidentalmente, ha terminado siendo un elepé. No pensábamos en su futura publicación, porque no fue algo intencionado ni meditado.
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Aleix: Sí, este disco es un punto de inflexión. Nos ha quitado presión a la hora de encarar un futuro trabajo y nos ha servido para sacudirnos complejos o prejuicios, aunque nunca hemos tenido muchos. La respuesta que ha suscitado demuestra que la música se nos da bien y reafirma el éxito de Casa Linda. Además, ahora siento menos el síndrome del impostor, porque yo tampoco canto muy bien, ni mis letras son increíbles.
Montgrí apela a su tierra.
Joan: Es una montaña de mi pueblo, Torroella de Montgrí: lo único que podemos ver ambos desde mi casa y desde la de Aleix, en Figueres.
Como en casa…
Joan: Vivir en un pueblo es mucho más cómodo y sano que vivir en Madrid. Cuando vas a tu aire, te conviertes en un tipo de grupo determinado, porque haces tus cosas, nadie te molesta y no estás constantemente fijándote en las otras bandas de tu ciudad.
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"Defender las canciones entre dos personas es muy difícil, porque si falla una se va todo al carajo"
Eso nos ha servido para concentrarnos en lo nuestro y no sentir esos celos o envidias que se dan en la escena. Es feo decirlo, pero a veces parece que hay una carrera entre grupos para ver a quién le va mejor, en la que nosotros hemos decidido no participar.
Si no estuviéramos donde estamos, probablemente seríamos otro tipo de banda y transmitiríamos algo distinto. No lo hemos buscado expresamente, sino que nuestra forma de ser nos ha llevado de vuelta a nuestros pueblos y a no plantearnos vivir en Madrid o Barcelona.
Lo tienen todo: una discográfica, un estudio y hasta una tiquetera…
Joan: Nos falta la fábrica de vinilos [risas].
Cuando la monten, ya podrán declarar la independencia.
Joan: Buah, molaría declarar la independencia total de Cala Vento. Ojo, después de meditarlo, no montamos una fábrica de vinilos porque necesitábamos mucho espacio y mucho dinero.
Aleix: Como Jack White, que lo tiene todo, incluida la fábrica de vinilos.
The White Stripes, Japandroids y Cala Vento. Sí hay dos sin tres.
Aleix: Lo tenemos muy interiorizado. Cuando empezamos hace diez años, éramos músicos amateurs. Nos hemos profesionalizado siendo siempre dos encima del escenario, por lo que no nos resulta extraño. Sin embargo, cuando tocas con más gente, percibes la diferencia. Sientes tranquilidad y poca presión porque hay otros músicos a tu lado.
"Todos los mitos del rock and roll son ciertos, pero en nuestro caso no"
Joan: Cuando Love of Lesbian nos invitó a tocar con ellos en Barcelona, nos dimos cuenta de que lo que hacemos nosotros es muy difícil. Defendemos las canciones solo dos personas y, si falla una, se va todo al carajo. Eso implica una concentración, una complejidad, una presión y unos nervios extras.
¿En qué acera hace más frío: en la de los músicos o en la de la disquera?
Aleix: La parte discográfica es mucho más difícil, porque hay que gestionar tus expectativas e intenciones, pero también las del artista. Debe haber una comunión, aunque resulta difícil estar alineado a lo largo de los meses, sobre todo si las cosas no salen como estaban previstas. En cambio, cuando eres artista, tienes tus propias ideas, las gestionas como puedes y, si algo va mal, es tu problema. Sin embargo, si a lo propio le añades lo ajeno, se multiplica la dificultad.
Quizás me contradiga, pero en Brindis tal vez pesa más la canción que el intérprete.
Joan: Jarabe de Palo y Julieta Venegas son los ejemplos más claros, porque no hemos seguido sus trayectorias. Sin embargo, esas dos canciones, Grita y Lento, nos marcaron en algún momento de nuestra vida. En cambio, en el caso de Fugazi no es tanto la canción como un homenaje a la banda, por todo lo que conlleva el ente Fugazi.
Reivindican a El Último de la Fila por su independencia inicial. Pese a que sumaron muchos fans, otros se fueron bajando del carro a medida que crecía su popularidad. ¿Qué grupos han sido denostados sin merecerlo?
Aleix: ¿Pereza? Han compuesto canciones que nos gustan y creo que podrían tener ese tipo de connotación…
Joan: … connotación de ser un poco odiados en su momento mainstream, cuando Princesas sonaba en todos lados.
"Vivir en un pueblo nos sirve para concentrarnos y no sentir los celos y envidias entre grupos"
Aleix: Cuando un proyecto, sea más o menos alternativo, llega al mainstream, es sometido a un juicio posterior. Pero bueno, tampoco somos unos teóricos de la música ni tenemos el bagaje suficiente para tener una opinión muy válida. Simplemente, es un tema de gustos.
Y Cala Vento le gusta, por ejemplo, a Jota de Los Planetas.
Joan: Hace tiempo nos vio en Granada, nos felicitó y nos invitó a telonearlos en València. Cuando empezamos, la prensa musical y nuestros colegas no tardaron en compararnos con Nueva Vulcano y con ellos. Entonces me puse a escucharlos a muerte y, aunque un poco tarde, me enganché a Los Planetas. Entendía la comparación y también que le gustáramos a Jota. De hecho, van a publicar un disco de covers de Los Planetas y nos han llamado para que versionemos una canción suya.
¿A quiénes no se han atrevido a versionar?
Joan: A Arctic Monkeys, aunque si hubiésemos tenido más tiempo, a lo mejor lo habríamos hecho.
Aleix: Y a Red Hot Chili Peppers, una banda que nos influyó mucho. Repasamos toda su discografía para ver cuál podíamos calaventear, pero no llegamos a probar ninguna.
Joan: Son canciones muy poco Cala Vento, en las que el bajo es un elemento muy importante, por lo que sería como meterlas con calzador. En realidad, Red Hot Chili Peppers fue una influencia vital en nuestra adolescencia, aunque ninguna se prestaba a llevarla a nuestro terreno.
Aleix: Yo me marqué una línea roja: no cantar en inglés. Conseguí traducir una canción de Arctic Monkeys con resultados dignos, pero con Red Hot Chili Peppers no fui capaz. Solo la idea de traducirlos es imposible. Hay cosas que se pueden traducir y otras que no, por lo que al final ese factor también ha sido un filtro.
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