Trump deja de lado a Europa para negociar la paz en Ucrania con Putin, a nivel de superpotencias
Trump pactará con Putin el fin de la guerra de Ucrania, aún a costa del protagonismo de sus aliados europeos y de Kiev mismo en las futuras negociaciones.
Madrid--Actualizado a
La nueva diplomacia del flamante presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiere ir al grano y sin actores secundarios o de poca monta. Trump hablará con el presidente ruso, Vladímir Putin, para encauzar el fin de la guerra en Ucrania y con el chino, Xi Jinping, para aliviar la confrontación sino-estadounidense en Asia y apoyar esos esfuerzos de paz. Sobra el factor europeo en esa negociación y la propia Ucrania tendrá que aceptar lo que Trump y Putin acuerden.
El mandatario estadounidense dejó claro esta semana ante el Foro Económico Mundial reunido en Davos, que los problemas los resuelven quienes llevan las riendas y los demás tienen que acatar.
Eso se refiere también a Ucrania. Y en la resolución de esta crisis, Trump está evidenciando su desconfianza en Europa, a la que, de paso, amenaza con una guerra de aranceles por tratar tan “mal” a Estados Unidos en el ámbito comercial a la vez que manda a sus aliados en la OTAN un mensaje bien definido: "Cuando pongan tanto dinero como EEUU para mantener en funcionamiento a la Alianza, entonces podrán decidir".
En cuanto a Ucrania, Trump sabe que el presidente Volodímir Zelenski al final hará lo que diga el número uno estadounidense, pues está en juego su propia supervivencia.
Un plan de paz desconocido
A pesar de que Trump no ha puesto aún sobre la mesa ni siquiera un esbozo de cómo será ese plan de paz para Ucrania, esta semana sugirió en su mensaje telemático en Davos que podría estar pergeñando ya algo.
“Nuestros esfuerzos para asegurar un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania ahora están en marcha”, afirmó. Y reveló que hablará cara a cara con Putin “de inmediato” y que, además, tenía el compromiso de Zelenski para empezar a negociar el alto el fuego.
Un acuerdo de paz que será entre superpotencias y dejando de lado la retórica europea que apuesta por llevar la guerra hasta las últimas consecuencias, como reclaman británicos, polacos y bálticos, pero sin comprometerse totalmente en el campo de batalla.
Trump quiere acabar con tres años de guerra en la que Ucrania ha puesto los muertos y Estados Unidos la mayor parte del dinero y las armas, mientras Europa se desgañitaba con argumentos sobre la supuesta cruzada por la democracia y los valores occidentales que se están combatiendo en Ucrania.
El interés de Trump por finalizar la guerra no es humanitario, sino sobre todo comercial y económico. Con la sima sin fondo que supone la contienda ucraniana en la economía mundial, Trump no puede garantizar el proteccionismo estadounidense ni vencer la batalla comercial que pronto se puede desatar con China o la propia Europa.
Trump cuelga la espada de Damocles sobre la OTAN
Por eso, en Davos, lanzó esas afiladas quejas a sus aliados europeos en la OTAN por lo que consideró bajas aportaciones al mantenimiento de la Alianza. Trump quiere que los miembros europeos del bloque militar suban su gasto en defensa hasta el 5% de su PIB.
En estos momentos el objetivo está en el 2% del PIB y son muchos los países que han apostado por un incremento progresivo que tardará algunos años aún en acercarse a ese porcentaje. España, que se ha acogido a este aumento progresivo de su gasto militar hasta llegar al 2% en 2029, dedicó en 2024 el 1,29% de su Producto Interior Bruto a tal concepto.
Pero Trump quiere que esta subida de la contribución europea para armar a la OTAN y pagar sus gastos militares se produzca ya, por lo que ha amenazado en reducir drásticamente la contribución de EEUU si Europa y Canadá no duplican sus aportaciones, así como dejar de entregar dinero y armas a Ucrania.
En esta campaña, Washington tiene de su lado al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, también partidario de que buena parte de ese presupuesto armamentístico sea para reforzar al ejército ucraniano y el resto para impulsar una carrera armamentística acorde con los tiempos.
Rutte ha abogado incluso porque los miembros de la OTAN dediquen a comprar armas parte de sus presupuestos sociales y sanitarios e incluso de las pensiones, algo que no harán todos los socios de la Alianza, salvo los países más militaristas y antirrusos como Gran Bretaña, Polonia o los Bálticos. Estos países son partidarios además de la idea francesa de crear una futura fuerza de interposición europea para ser desplegada en Ucrania, incluso antes de que se alcance un alto el fuego para presionar a Rusia.
Rusia ya ha dejado claro que tal entrada de tropas europeas en Ucrania sería considerada como una declaración de guerra directa de la OTAN.
No parece que Trump vaya a defender esa posibilidad. Más bien, su estrategia respecto a la OTAN es ceder en su liderazgo funcional, gastar menos y que los europeos gasten más, y, sobre todo, acabar con una guerra que esta semana volvió a calificar de “absurda”.
Putin aplaude a Trump
Putin aseguró este viernes que la actual crisis de Ucrania podría haberse evitado si Trump hubiera sido el presidente de Estados Unidos cuando comenzó la invasión rusa en febrero de 2022 y no le hubieran “robado” las elecciones que en 2020 ganó oficialmente Joe Biden.
Trump siempre ha afirmado que esos comicios que llevaron a la presidencia en 2021 a Biden le fueron robados en una extraña conspiración liderada por los demócratas y ciertos lobbies económicos estadounidenses.
“No puedo evitar estar de acuerdo (con Trump) en que, si no le hubieran robado la victoria en 2020, tal vez no se habría producido la crisis en Ucrania que surgió en 2022”, afirmó el líder ruso a un canal de televisión de su país.
Y afirma que está listo para reunirse con Trump
En esa entrevista, Putin también se mostró dispuesto a reunirse con Trump y desdeñó las amenazas de sanciones y aranceles comerciales lanzadas por el presidente estadounidense a Rusia para apremiarla a negociar. Advertencias que se contradicen con la urgencia con la que Trump aseguró que tendrá lugar el encuentro con Putin.
El Kremlin reaccionó con calma ante esas amenazas económicas desvaídas de Trump y el propio Putin en esta entrevista se refirió a las mismas: "Trump no solo es una persona inteligente. Es una persona pragmática y difícilmente puedo imaginar que se tomen decisiones que dañen la propia economía estadounidense”.
E insistió en que Rusia “está lista para las negociaciones sobre el tema ucraniano” y esperaba, al respecto, una propuesta concreta por parte de Washington.
El presidente ruso añadió que los dos líderes podrían también examinar el problema de los precios del gas y el petróleo, o del control internacional de armamento en un encuentro “basado en las realidades de hoy día para hablar con tranquilidad de todas esas áreas que son de común interés para los Estados Unidos y Rusia”, agregó.
Ésta ha sido la mayor muestra de disponibilidad por parte del Kremlin para celebrar una cumbre con la Casa Blanca en casi tres años de guerra en Ucrania. La relación de Putin con Biden, el antecesor de Trump, fue de confrontación abierta durante este tiempo.
Putin exige que Zelenski lo reconozca como interlocutor
No obstante, el jefe del Kremlin indicó que hay un hándicap que impediría celebrar conversaciones “serias” con Ucrania. Moscú no se sentará a dialogar con Kiev hasta que Zelenski anule el decreto que en 2022 prohibió cualquier tipo de negociación con el propio Putin por ordenar la anexión ese año de las cuatro regiones invadidas por el ejército ruso y de la península de Crimea, ya anexionada en 2014.
Hasta que se derogue ese decreto, dijo Putin, solo puede haber unos “esbozos preliminares” de negociación. No podrá profundizarse en esa dirección si hay dudas sobre su propia legitimidad, añadió. Putin animó a los países occidentales, patrocinadores de Zelenski, a presionarlo para que cancele esa orden.
Sin embargo, como muestra del doble baremo demostrado por Putin en este asunto de las negociaciones, es preciso recordar que el líder ruso ya vetó por su parte a Zelenski, cuya legitimidad puso en duda al no haber celebrado elecciones en Ucrania cuando terminó su mandato en 2024 y se mantuvo en el poder con el pretexto de la guerra.
Zelenski insiste en que Europa esté en primera línea
Pese al protagonismo que reconoce Zelenski a Trump en unas eventuales negociaciones, el presidente ucraniano considera indispensable el protagonismo europeo.
Por una parte, Ucrania ha comenzado ya el largo proceso de adhesión a la Unión Europea y no quiere que nada empañe esta apuesta europeísta. Además, si EEUU se acabara distanciando del conflicto ucraniano, Europa es la única baza que le quedaría a Kiev para garantizar su seguridad ante Rusia.
El problema en estos momentos es que Trump, por mucho que afirme que tiene el consenso de rusos y ucranianos para sentarse a negociar, no tiene definido el camino que puede seguir el proceso de paz.
Sí ha logrado que Zelenski renuncie a los postulados que venía defendiendo hasta hace muy poco y que insistían en la recuperación de los territorios anexionados por Rusia, algo bastante poco probable. El presidente ucraniano ya ha indicado que dejará para más adelante la reclamación de esos territorios, una vez haya concluido la guerra.
La posición de Zelenski es muy complicada en estos momentos. Si bien ha intentado acercarse reiteradamente a Trump, con halagos y lisonjas, la posición del jefe de Estado estadounidense es de notable desdén hacia el líder ucraniano, mientras que, al contrario, no esconde sus preferencias por Putin.
En su discurso nocturno de este viernes, Zelenski acusó a Putin de “tratar de manipular el deseo del presidente estadounidense de lograr la paz”.
Ante tal evaluación, que lo sitúa como una víctima simplona del maquiavelismo de Putin, no es de extrañar que Trump prefiera de momento dejar a Zelenski fuera de la ecuación negociadora y opte por un pacto entre superpotencias, más complejo y arduo, pero también más directo y sin histrionismos.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.