¿'Black lives matter' en Sevilla?: polémica por la muerte de un mantero tras una persecución policial
"Las vidas negras importan, las muertes negras se investigan": la comunidad senegalesa de Sevilla convoca una manifestación para el próximo sábado tras el archivo de la investigación judicial.
Sevilla--Actualizado a
El carpetazo a la investigación judicial de la muerte en Sevilla de Mamouth Bakhoum, de 43 años, vendedor ambulante ocasional y trabajador eventual en otros oficios, ahogado en el Guadalquivir a finales de diciembre pasado mientras escapaba de la Policía Local, ha provocado la convocatoria de una manifestación para este próximo sábado a las 17 horas. El lema, que remeda el Black Lives Matter surgido en EEUU, es "las vidas negras importan, las muertes negras se investigan". El caso ha levantado también una amplia polémica y polvareda política, con querellas por injurias de la Policía Local incluidas contra dirigentes políticos de la izquierda y un periodista.
"Somos una comunidad que respeta. Queremos una manifestación pacífica. Empezará desde el muelle de Nueva York, donde murió Mamouth. Queremos mantener su nombre en la memoria colectiva y exigir la investigación judicial y un cambio radical en las políticas municipales en cuanto a la venta ambulante. Las vidas negras importan y las muertes negras también", afirmó a Público en conversación telefónica el portavoz de la Federación de asociaciones de senegaleses, Elhadji Medoune. En la provincia de Sevilla, vivían 1.018 personas de nacionalidad senegalesa a 1 de enero de 2022, el último dato oficial disponible en la web del Instituto Nacional de Estadística.
El juzgado en el que recayó el caso considera que no hay pruebas que permitan investigar delito alguno, mientras la familia ha anunciado que recurrirá el auto de archivo y ha lamentado que este se notificara al hermano de Bakhoum "en el mismo momento en el que por vez primera se le permitió acceder al expediente judicial". Esto, para la Federación de Asociaciones de Senegaleses, le ha negado a la familia "la posibilidad de proponer otras pruebas a las ya recabadas que pudieran esclarecer la muerte" por lo que han "obligado a acudir a la vía del recurso".
Medoune explicó a Público: "La familia quiere hacer un recurso. No es que estemos diciendo que lo que ha dicho la Policía no es verdad, pero sí hay otras cosas que podemos investigar, como por ejemplo, el tiempo que han tardado para intentar salvar a Mamouth, cosas así. Nosotros apoyamos lo que quiere la familia. Queremos una investigación amplia".
Medoune añadió: "Nos encanta Sevilla. Tenemos familia aquí, tenemos amigos, nos casamos, tenemos vida social aquí. No podemos generalizar el racismo. El racismo a veces es institucional. Queremos exigir una política que sea un puente hacia la integración, la política de hoy es una barrera. Cuando hay una tragedia así, lo bueno es hacer una investigación y escucharnos bien y que se investigue bien".
En un comunicado enviado a los medios este miércoles, la Federación asumía que "las pruebas recabadas por el Juzgado, que son las remitidas por la Policía Nacional, local y el Instituto de Medicina Legal de Sevilla, parecen indicar que Mamouth murió ahogado después de hundirse en el río Guadalquivir y sin que se aprecie responsabilidad penal en los agentes que le persiguieron". Bakhoum, según la autopsia, que recoge EFE, no presentaba ningún signo de violencia. La causa oficial de su fallecimiento es ahogamiento.
Lo que pasó, según la Policía
El relato de los hechos, según lo resumió en una comparecencia ante los medios hace unas semanas el jefe de la Policía Local de Sevilla, Antonio Luis Moreno, es el siguiente, recoge Efe. Se produjo una intervención, como las que la Policía lleva a cabo "de forma casi cotidiana, y más durante el plan Navidad", en la Avenida de la Constitución, donde está la catedral de Sevilla.
Entonces, según Moreno, "de forma absolutamente sorpresiva, uno de los vendedores salió corriendo con los hatillos (bolsas de tela con cuerdas donde el mantero llevaba la mercancía) y llegó hasta el río", que no está lejos.
Allí, en la zona del Muelle de Nueva York, Bakhoum se agarró al pretil de la dársena del río para luego, "de forma absolutamente inesperada", lanzarse al río. Los agentes, según Moreno, "le intentaron convencer para que depusiera esa actitud peligrosa". Una vez se soltó, dos agentes se lanzaron al agua "con la intención de salvar a esta persona" pero "no fue posible".
Después, el cuerpo fue sacado del río. Bomberos y sanitarios intentaron reanimarlo durante "casi una hora y no pudieron hacer nada por salvar su vida", aseguró Moreno. El jefe de la Policía Local de Sevilla apostilló, según recoge EFE, que en este tipo de actuaciones no suelen detener a nadie, ya que "el hatillo lo sueltan (los vendedores)", por lo que lo sucedido en este caso "fue algo absolutamente inusitado".
Querellas
La Policía Local de Sevilla ha contado con el apoyo sin fisuras —"pongo la mano en el fuego", dijo— del alcalde de Sevilla, José Luis Sanz (PP), quien ha lamentado "profundamente" la muerte de Bakhoum y ha asegurado que "la Policía Local no persigue a personas, persigue delitos", ya los cometa "un senegalés o un señor del barrio de Salamanca". La Policía Local ha decidido, según informó el propio ayuntamiento, querellarse por delitos de calumnias contra tres dirigentes políticos y un periodista.
La portavoz del Podemos en Sevilla, Susana Hornillo, y el de Adelante Andalucía, José Ignacio García, son dos de los que han recibido la denuncia. Hornillo afirmó en un comunicado: "En lugar de pedir disculpas por poner a personas vulnerables, como los manteros, en el punto de mira y hacerlos vivir aterrorizados, el Gobierno de José Luis Sanz ha decidido emprender una ofensiva contra quienes denunciamos sus políticas injustas".
"No vamos a callarnos. Seguiremos defendiendo que otra Sevilla es posible y que todas las personas tienen derechos, aunque a PP y Vox no les guste", agregó Hornillo.
Por su parte, el portavoz de Adelante ha afirmado que se trata de un "auténtico ataque a la libertad de expresión". "¿Esto qué es? ¿Una caza de brujas? O sea, parece", se preguntó, en rueda de prensa. A su juicio "existe racismo institucional" y se "criminaliza la venta ambulante". "Lo que estaba haciendo [Mamouth] era buscarse la vida, no robando ni haciendo nada a nadie, sino buscándose la vida en el top manta. Se le persigue y acaba muerto. Y yo lo que digo es que hay que investigarlo, porque si fuera blanco y español se habría investigado a fondo, pero, como es negro y migrante, aquí no importa nada", afirmó García.
Siete años en Sevilla
Bakhoum llevaba siete años en Sevilla, provenía de Porokhane, en el interior de Senegal, donde tenía una hija pequeña, según afirma a Público Saliou Ndiaye, amigo del fallecido y secretario general de la asociación de manteros de Sevilla. Compartía piso en el barrio popular de Los Pajaritos con otros compañeros. Se dedicaba a la venta ambulante, pero no solo. Tenía permisos de trabajo y residencia. Trabajaba en los campos y en lo que le salía, pero cuando se acaba la temporada, hay que seguir pagando: "Su padre y su hija dependen de él", resume Ndiaye.
Para un vendedor ambulante, recibir una sanción puede ser un problema muy grande, según Ndiaye. Las sanciones "dificultan a la hora de renovar los papeles". "Él primero corre para evitar todo eso. Si me cogen hoy, no voy a renovar. Hay manteros que te cuentan que corren por miedo al daño físico también". añade.
Ndiaye asume que la venta de camisetas falsificadas de fútbol "es ilegal". "Puede dañar la economía y esas cosas. Pero si no tienes alternativa de vida, estás condenado a hacer esta actividad. Un mantero no te va a decir nunca que quiere seguir vendiendo. Quieren un trabajo normal y digno. Son como caballos en la ciudad, corriendo de un lado a otro, con la mercancía [para] sobrevivir", afirma. "Reivindicamos vías alternativas para poder generar beneficios para la ciudad, que nos abran las vías de formación y de inserción laboral, una integración normal", agrega el portavoz de los manteros.
Ndiaye recuerda a su amigo Bakhoum de esta manera: "Era una persona humilde, generosa, todo lo que tiene es para los demás. A mí me ha regalado dos camisetas. Jamás me ha dicho nadie que hayan tenido problemas con él. Todo lo que sabe es ir a trabajar y volver a su casa. Nadie se lo ha cruzado en una discoteca en siete años. Si no trabajaba está en su casa, sentado, tomando té y tranquilo. Era una persona que llevaba una vida sana. [Hay quien] no piensa en el daño que añaden sobre lo sucedido".
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