La okupación sólo preocupa al 1,6% de los españoles, pese al "miedo" que propagan PP y Vox
España tiene 27 millones de viviendas y registró el año pasado 16.400 denuncias por allanamiento de morada o usurpación. El CIS evidencia que la okupación no es un problema real para los encuestados.
"Estamos ante una de las mejores estrategias de la derecha; la okupación ha sido el martillo pilón de los últimos años en sus medios afines", señalan los expertos.

Madrid--Actualizado a
El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha vuelto a recoger que la vivienda es el principal problema de los españoles (28,4%), por delante de la crisis económica, la inmigración y el desempleo. Este es el cuarto barómetro consecutivo que traza el mismo resultado; los datos, no obstante, bajan con respecto al mes de febrero, cuando la emergencia habitacional era una de las principales preocupaciones para el 34,1% de los encuestados. Los precios de un mercado enloquecido y las dificultades para emanciparse explican en parte esta tendencia.
La inquietud por la vivienda vuelve a moverse en niveles previos a la época de la gran burbuja inmobiliaria; de hecho, no lideraba la tabla desde noviembre de 2007. "Lo raro es que no lleve más tiempo [en esa posición]. El problema no es para nada nuevo y la clave de todo reside en concebir la vivienda como un elemento con el que ganar dinero. No tenemos presente su función social. Esto explica el mercado inmobiliario tan atroz y depredador en el que nos movemos; lo explica todo", señala Pedro Uceda, sociólogo y profesor en la Universidad Complutense de Madrid. Los inquilinos de la capital dedican dos terceras partes de lo que ganan a pagar el alquiler y nueve de cada diez familias viven bajo contratos temporales, según un estudio reciente del Instituto de Investigación Urbana de Barcelona (IDRA).
Los datos no son, por tanto, ninguna sorpresa. La vivienda preocupa a la población de manera transversal: desde jóvenes recién llegados al mundo laboral hasta personas mayores. "Los datos tienen toda la lógica del mundo, porque estamos ante una situación de extrema gravedad; con matices, eso sí, por edades y municipios. La diferencia es importante a nivel generacional, tiene consecuencias directas en las condiciones materiales de vida y en las opiniones o la ideología", advierte Robert González, sociólogo y profesor en la Universitat Autònoma de Barcelona. El problema afecta sobre todo a las personas de entre 18 y 24 años (37,5%) y entre 25 y 34 años (36,5%), además, importa especialmente en los municipios de más de 400.000 habitantes, según la última publicación del CIS.
"La emergencia habitacional no se está solucionando y esto lo vemos en las encuestas. Las nuevas generaciones son las que tienen menos poder adquisitivo, siguen tratando de asentarse, pero es imposible, buscar piso es una auténtica yincana", apunta Lucía Márquez, periodista y autora del artículo De Vox a Ana Rosa (y viceversa): el fenómeno de la okupación en los programas de infoentretenimiento, para luego añadir: "Los alquileres están por las nubes, más todavía en las grandes ciudades, donde tenemos mucha vivienda en alquiler turístico, pero cuidado, porque las localidades metropolitanas están empezando a sufrir los mismos problemas".
El CIS también sitúa entre las grandes preocupaciones de la población –por detrás de la vivienda– la crisis económica y el desempleo, con un empate en torno al 20,4%. La "inmigración" figura en tercera posición, con un 18,8% de menciones. "Es importante aclarar que estas respuestas vienen de una pregunta plenamente espontánea, los ciudadanos dicen lo que tienen más presente en el momento de la llamada", continúa Lucía Márquez. La okupación, según el barómetro, sólo es un problema real para el 1,6% de los entrevistados, "un porcentaje ridículo, una nimiedad", defienden las voces consultadas por este medio.
El mantra de la okupación, sin base en los datos
El "miedo" a la okupación no encuentra base en los datos de las encuestas; tampoco en las estadísticas oficiales del Ministerio del Interior. España tiene 27 millones de viviendas y registró el año pasado 16.400 denuncias por allanamiento de morada o usurpación, según datos de la cartera que dirige Fernando Grande-Marlaska. La okupación ilegal afecta, por tanto, a menos del 0,06% del parque inmobiliario. "Esto afecta fundamentalmente a propiedades abandonadas o tapiadas que pertenecen a fondos de inversión", destaca Robert González. A lo que Pedro Ubeda añade: "Y en los casos restantes hablamos de inquilinos que tenían una renta y han dejado de pagarla, hablamos de impagos, nadie te ocupa la casa mientras bajas a comprar el pan".
El 1,6% de la población responde que la okupación es el principal problema del país cuando escucha la pregunta del CIS. El porcentaje baja hasta el 1,2% cuando los encuestados tienen que responder qué cuestión les afecta más "personalmente". Este relato tiene más impacto en las ciudades de menos de 2.000 habitantes –por las segundas residencias o viviendas vacías– y entre los votantes de PP (2,7%) y Vox (2,8%). "Estamos ante una de las mejores estrategias de la derecha; la okupación ha sido el martillo pilón de los últimos años en sus medios afines y ahora recogemos los frutos. Los datos, no obstante, demuestran que es mentira, no tenemos un problema con la okupación, lo que pasa es que la maquinaria del fango ha conseguido hacernos creer lo contrario. El PP y Vox son cómplices de estos bulos", desliza Pedro Ubeda.
Las fuentes consultadas por Público denuncian que la casuística legal no coincide con la "alarma social" que se ha generado y ponen el foco en el terreno mediático. "El discurso de que la okupación es un problema sólo tiene base en los grandes medios, donde, muchas veces, la banca y la industria inmobiliaria invierten como accionistas", desliza Robert González. Las empresas de seguridad hacen caja con este "miedo" y pelean –económicamente– por los espacios con más target comercial.
"Sería interesante estudiar la dieta mediática que siguen las personas que sitúan la okupación como uno de sus principales problemas; analizar qué periódicos leen y qué programas de televisión sintonizan. Los medios y algunos grupos políticos están creando un problema que en realidad no existe", recalca Lucía Márquez. El número de desahucios es "tremendamente" superior al de allanamientos de morada: 25.000 personas son expulsadas de media de sus hogares cada año. Estas cifras chocan con el seguimiento que hacen los magazines vespertinos y otros programas de televisión; chocan con las estadísticas oficiales y chocan con los discursos que pronuncian los políticos en los parlamentos. Los expertos reaccionan de manera contundente a este desfase narrativo: "La extrema derecha ha visto aquí un granero de votos y busca conectar con los pequeños propietarios de la sociedad capitalista. Tenemos más bulos que casos de okupación y es nuestro deber denunciarlos".
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