El Gobierno reactiva la agenda social para pasar página de la crisis creada por Marlaska
Pedro Sánchez mantiene la confianza en el ministro de Interior pese a que Moncloa califica lo sucedido con el contrato para comprar armas procedentes de Israel como una "cadena de errores".
La semana que viene el foco del Gobierno se centrará en la reducción de la jornada laboral, a lo que se suma otro anuncio más sobre inversión en la construcción de vivienda.

Madrid-
No ha sido una semana fácil para el Gobierno de Pedro Sánchez. Lo reconocen tanto en Moncloa como en Sumar. Primero llegaron las críticas realizadas por el espacio de Yolanda Díaz al plan de aumento del gasto en defensa aprobado el martes. Luego, sin casi respiro, llegó un contrato de compra de balas a una empresa de Israel formalizado por el Ministerio de Interior que dirige Fernando Grande-Marlaska.
El Gobierno busca ahora pasar página de una crisis que llevó incluso a fuerzas como IU a poner sobre la mesa la posibilidad de salir del Ejecutivo. Una opción que, según fuentes socialistas, nunca creyeron que fuera a llegar. Creen en Moncloa que se ha actuado de manera rápida, que la interlocución con Sumar ha sido fluida y que ahora es el momento de centrarse en reactivar algunas medidas sociales pendientes.
Díaz, una vez solucionado el tema del contrato con la empresa de Israel, confirmó este jueves que el Consejo de Ministros dará luz verde el próximo martes a la reducción de la jornada laboral. Es una de las banderas principales de Sumar durante esta legislatura y aunque todavía quedan meses de trámites parlamentarios, el primer paso ya se ha dado.
En paralelo, aunque por la crisis que se vivía pasó desapercibido, Sánchez anunció una nueva inversión en materia de vivienda. El Gobierno lanzó el nuevo Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de la Industrialización de la Vivienda. Este plan contará con una inversión pública de 1.300 millones de euros en 10 años, y también se aprobará en el Consejo de Ministros del próximo martes.
En las filas socialistas diferencian los dos temas que han generado tensiones internas. Sobre el aumento del gasto militar, reconocen abiertamente las discrepancias con sus socios tanto en público como en privado. Es más, califican como un "legítimo debate" lo sucedido y en cierto modo validan las posiciones "históricas" de Sumar como reflejo del pensamiento a la izquierda del PSOE. El plan sobre defensa seguirá adelante porque, además, no tiene que pasar por el Congreso.
Lo que sí se decidió Sánchez fue a frenar el contrato formalizado por Interior con la empresa israelí IMI Systems para la adquisición de 15,3 millones de balas destinadas a la Guardia Civil. El presidente lo paró pese a que el departamento de Marlaska había señalado que no se podía cancelar la compra y aunque Moncloa, en un primer momento, había avalado a Marlaska. Sánchez ordenó revertir el contrato ya que suponía, según fuentes de Moncloa, una evidente contradicción política.
En Moncloa califican lo sucedido con el contrato como una "cadena de errores". Pero lo circunscriben a decisiones técnicas y administrativas. Rechazan que se tratara de una cuestión política salida de Marlaska y apuntan a que la sensibilidad del ministro con lo sucedido en Palestina está fuera de toda duda. "No ha habido mala fe", apuntan las fuentes consultadas, que también deslizan cierto malestar con el equipo de Marlaska por no haber actuado antes y evitado el problema.
Pese a todo, no hay ninguna intención de Sánchez para dejar de contar con Marlaska, según las fuentes consultadas. Es una de las personas de su máxima confianza, como indica el hecho de que lleve junto a él en el Gobierno desde 2018. Solo están en la misma situación Margarita Robles, Luis Planas y María Jesús Montero.
Públicamente ha sido el titular de Transformación Digital, Óscar López, quien se encargó este viernes de cerrar filas con Marlaska. "Es un excelente ministro y una persona extraordinaria (...), es uno de los mejores ministros de Interior que ha tenido el Gobierno de España", destacó al ser preguntado por su posible dimisión. "El Gobierno detectó un problema y lo ha resuelto", añadió en referencia al contrato en cuestión.
Además, en las filas socialistas ponen en valor que la posición en Oriente Medio es compartida plenamente con sus socios, al contrario que lo sucede en otros temas, como el Sáhara Occidental o el mencionado plan de defensa. "No hay fisuras en este asunto", destacan las fuentes consultadas. En Moncloa consideran que Sumar valora de manera muy positiva la "valentía" mostrada por Sánchez en reconocer al Estado de Palestina o su "firmeza" ante los ataques de Israel.
Por otra parte, desde el Gobierno aseguran que han tomado nota de este tipo de situaciones con los contratos y que deben estar vigilantes para que no vuelvan a producirse estos "errores" de tramitación. Por ello, afirman que mantendrán paralizados y sin formalizar los contratos que ya han sido adjudicados.
Al mismo tiempo piden diferenciar entre armamento como tal y otro tipo de materiales relacionados, ya que, aseguran, el compromiso político únicamente se circunscribe a armas y no a dejar de tener relaciones con empresas israelíes en su totalidad. También señalan que se ha encontrado la manera legal de no pagar una multa por la anulación de este contrato, aunque es posible que haya alguna penalización de menor cantidad a los seis millones de euros. Por ello consideran que el PP ha cometido un error al llevar la decisión al Tribunal de Cuentas.
Sumar da por zanjada la crisis con Marlaska
En Sumar también dan por zanjada la crisis originada por el contrato de armas israelí y no exigirán más responsabilidades a Marlaska o a Interior. "Nosotros dijimos que tendría que haber dimisiones en su departamento si el contrato seguía adelante, pero han rectificado, por lo que ya no hay un problema en este sentido", aseguran fuentes de la coalición, aunque consideran que el ministro sí que debería dar explicaciones en el Congreso.
A juicio de los de Díaz, la decisión de Interior devino más de una "falta de visión política e ideológica" por parte de Marlaska que de una cuestión fundamentada en torno a una posición o valores concretos. "Hubo un exceso de celo porque la Abogacía del Estado alertó de los riesgos jurídicos de suspender el contrato, pero después de que aportáramos argumentos garantistas basados en el Derecho Internacional y, en concreto, del Tratado sobre el Comercio de Armas y de la Posición Común de la UE, la visión cambió", explican fuentes de Sumar.
Los de Díaz reconocen la determinación del presidente del Gobierno y de su equipo para dar marcha atrás a esta contratación y consideran que "aunque esto sea una visión o lectura minoritaria, a veces rectificar nos hace más fuertes".
Sobre la reducción de la jornada laboral, el Ministerio de Trabajo lleva semanas negociando con Junts para tratar de acercar a los de Carles Puigdemont al sí a la ley incluso antes de su aprobación definitiva en el Consejo de Ministros, y en esa clave se explica parte del tiempo que ha transcurrido desde que la norma fue al Consejo de Ministros en primera vuelta.
Sin embargo, también reconocen que el PSOE no estaba facilitando la llegada de la ley al Consejo en segunda vuelta en los plazos previstos, aunque no han querido, aseguran, abrir una discrepancia pública porque consideraban que se iba a desbloquear más temprano que tarde, como así ha sido finalmente.
Por otra parte, cuando se inició el debate sobre el rearme europeo, Díaz le pidió a Sánchez -en la reunión que ambos mantuvieron para abordar este asunto- que el Gobierno aprovechase la oportunidad para impulsar una agenda social potente con medidas de calado que situara a España como un referente en el nuevo contexto geopolítico. En Sumar esperan que la parte socialista cumpla con esta cuestión, tras el plan de defensa aprobado el pasado martes.
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