Un perro en el centro de la venganza por violencia machista: el 'caso de Miare y Dalas Review'
La 'influencer' asegura que su expareja trata de arrebatarle a Marlos como represalia por denunciarlo por de violencia de género. El caso revela la vulnerabilidad de los animales ante el peligro del maltrato vicario.

Madrid--Actualizado a
El vínculo emocional que generamos los seres humanos con nuestros animales de compañía es extraordinario. Este lazo puede ser más intenso durante una crisis, como una catástrofe natural o un episodio de violencia machista, según el Observatorio de Violencia Hacia los Animales. En este segundo caso, el maltratador puede utilizar al compañero de su víctima como objeto de venganza, tal y como sucede con los hijos en los casos de violencia vicaria. En una situación similar se encuentra la influencer María Rubio, más conocida como Miare, que debe entregar su perro, Marlos, a su expareja, Dalas Review, al cual denuncia por violencia de género.
Daniel José Santomé Lemus –Dalas Review en sus redes sociales– reclama la custodia del animal alegando que estaba a su nombre. De acuerdo con las pruebas que Miare hizo públicas el pasado mes de febrero, el youtuber aceptó que ella se quedara con el perro tras la ruptura. "Fuera el perro de esta casa", decía en un mensaje de WhatsApp que habría sido peritado y que la influencer muestra en el vídeo. "No quiero volver a verlo más".

Pero todo cambió cuando Miare presentó una denuncia contra Santomé Lemus por violencia de género. Según explica Rubio en el vídeo, incluyendo más conversaciones que habrían sido peritadas, Dalas decidió reclamar la custodia del animal como venganza. "Si hace eso, ya sé lo que hacer. El perro sigue a mi nombre, así que se lo quitaré", habría escrito el youtuber en una conversación de WhatsApp que, indica Miare, fue peritada y aceptada en febrero de 2021 por un juzgado de lo penal de Barcelona en un juicio por injurias y calumnias que falló en contra de Santomé.
"El maltrato vicario que se perpetra sobre los menores para causar daño a la pareja también sucede con los animales", indica a Público Neus Aragonès, miembro de la Asociación Defensa Derechos Animal (ADDA). "Se aprovechan del vínculo afectivo y emocional".
El juzgado penal encargado de la causa ha denegado la oposición de Rubio a la entrega provisional de Marlos a Dalas Review, a pesar de que la sentencia está recurrida y pendiente de revisión por la Audiencia Provincial de Barcelona. "Aparentemente Marlos no es un ser sintiente. Según la valoración del juez, no sufrirá al ser separado de su familia", lamentó Miare el pasado jueves en redes sociales.
La activista de ADDA califica esta sentencia de "sorprendente" y subraya: "Lo que no se puede hacer es dejar un ser vivo a cargo de una persona que enfrenta acusaciones de maltrato. No hay que dejar a esta persona un animal para que pueda ensañarse con él".
Neus Aragonès, animalista: "No se puede dejar un ser vivo a cargo de una persona que enfrenta acusaciones de maltrato"
"Cuando hay hijos comunes en la pareja, ante indicios de violencia de género o de maltrato animal, se privará al progenitor de la guarda y custodia así como del régimen de visitas con los menores, que quedarán con la madre cortando todo contacto con el padre hasta la resolución del procedimiento, pero en cambio esta previsión no se extiende a los propios animales de la familia", explica a este diario María José Mata, abogada y miembro de INTERCIDS, Operadores Jurídicos por los Animales.
El historial judicial de Dalas Review
La realidad es que el creador de contenido se ha tenido que enfrentar a varias batallas judiciales, además de Miare, otra expareja de Santomé, Ingrid Míchel, presentó también una denuncia contra él por violencia de género. La causa fue archivada por falta de pruebas, pero el youtuber Wismichu (Ismael Prego) publicó en 2017 un vídeo en el que remarcaba las secuelas que Dalas había dejado sobre Míchel, en ese momento pareja de Prego. Este vídeo provocó entonces una notoria fuga de seguidores en el canal de YouTube de Santomé. Este interpuso una querella contra Wismichu en 2019, pero fue absuelto en 2021.

Dalas Review también se sentó en el banquillo en 2018 por un presunto delito de abusos sexuales y ciberacoso a una menor. La Fiscalía pedía cinco años de cárcel para Santomé, pero finalmente fue absuelto por falta de pruebas. La sentencia también indicaba que la coartada del acusado –que calificó que todo era una "conspiración" contra él– era una "hipótesis exculpatoria simplista". Este medio ha tratado de contactar con Daniel Santomé, pero a la fecha de publicación de este artículo no ha obtenido respuesta.
Con este historial a su espalda, Aragonès insiste en que le parece "incomprensible" la decisión del juez de obligar a Miare a entregar provisionalmente el perro a Daniel Santomé. En este sentido, la bióloga Rosa Mas, de la Plataforma Defensa Animal, declara a este medio que "la legislación actual, que presuntamente protege a las víctimas, es totalmente insuficiente en la práctica".
"Lo correcto sería que las víctimas de violencia machista estuvieran protegidas de una manera integral, haciendo extensiva esa protección a sus hijas e hijos y a sus compañeros animales no humanos", defiende la activista.
"Desafortunadamente, cometer actos de maltrato animal para coaccionar, intimidar, o en definitiva ocasionar un menoscabo psíquico a la expareja, no está considerado en nuestro Código Penal como un delito en sí mismo encuadrable en la violencia de género", lamenta también la abogada de INTERCIDS.
Los animales, desprotegidos ante la violencia vicaria
La jurista señala que la violencia vicaria sobre los animales de compañía tiende a ser común "y en formas a veces crueles y difíciles de demostrar, tanto durante la relación como una vez finalizada". En este sentido, Aragonès pone el foco en la detección que puede hacerse a través de los veterinarios. Además, incide en que "los maltratadores machistas a menudo han sido antes maltratadores de animales", por lo que la detección veterinaria puede ayudar a destapar posibles casos de violencia de género.
Un estudio llevado a cabo entre hombres encarcelados en Estados Unidos, con historial de violencia contra sus parejas, muestra que un alto porcentaje, el 81%, admitió haber cometido actos de maltrato animal. Entre ellos, el 38% había amenazado con dañar al animal, mientras que el 52% informó haber maltratado o incluso llegado a matar a una mascota durante una disputa con su pareja.
Casi un 90% de las víctimas de violencia machista con animales de compañía manifiestan que su animal también es maltratado por su agresor, según la primera investigación en España que cruza la violencia de género con el maltrato animal.
Otro estudio de la Sociedad de Alberta para la Prevención de la Crueldad hacia los animales en Canadá (que cifró en un 30% las mujeres maltratadas con animales de compañía) explicaba que un 59% de ellas retrasan el abandono a su maltratador por temor a posibles represalias contra sus animales.
"La violencia que se ejerce contra los animales con los que conviven mujeres víctimas de maltrato es una medida más de coerción", remarca Rosa Mas. Sin embargo, el Código Penal no considera estos actos "como un delito en sí mismo encuadrable en la violencia de género, sino que solo se trata como una circunstancia agravante del delito de maltrato animal", aclara Mata.
Con este panorama legal, Miare y su familia aguantan con el corazón en un puño el futuro de Marlos, el perro que la familia cuida desde hace siete años. Con la sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona todavía pendiente, la creadora de contenido teme por el bienestar del animal.
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